Escoger nuestros productos de cuidado estético por la publicidad que nos llega por la televisión, revistas o el móvil, podría ser muy contraproducente y caro. Podríamos estar comprando un super producto conocidísimo y carísimo que por la descripción, pensamos que se ajusta a nuestro tipo de piel, pero en realidad podríamos equivocarnos y nuestro tipo de piel es otro.